Comenzó reconociendo Cayetano su carácter tímido y reservado, y la aversión a las cámaras con la que creció. Poco a poco, ha ido mejorando su relación con la prensa, pero cuando Jesús Quintero le ha preguntado si ha logrado ponerse en el lugar de los que van buscando la información sea como sea, Cayetano ha contestado que “Me pongo en el lugar de los que buscan información, pero no a costa de lo que sea”

“En este país parece que todo vale, y eso cabrea” dijo el torero al referirse a su madre, Carmen Ordóñez. “Mi madre ha vivido su vida como ella quiso, pero me da pena que viviese la parte mala de la fama, la de los que se quieren aprovechar” Sobre el daño que puede hacer cierta prensa, Jesús Quintero dejó una frase inquietante, teniendo en cuenta ciertos acontecimientos terribles vividos hace poco tiempo “Gente que se ha suicidado por el periodismo”

Sobre su vida sentimental, zanjó rápidamente la cuestión diciendo que “Nunca me manifestaré sobre posibles romances que puedan adjudicarme”. Y afirmó que no es consciente de despertar tantas pasiones en las mujeres.

Sobre su hija, que ya tiene ocho años, dijo que era muy pequeña pero que la gusta verle en la tele “cuando me estaba preparando y venía a casa dolorido por los golpes de las vacas, ella me decía “papá, desapúntate”.

No pensó mucho lo de Armani, porque podía compaginarlo con su profesión “Porque para mí mi prioridad es el toro, terminé la carrera, ejercí incluso, pero teniendo en casa lo que tengo es difícil que no te llame la atención el toro; de todas formas, me encanta el cine (ha hecho Producción audiovisual) y no descarto retomarlo cuando me retire”

Sobre la película sobre Manolete, su labor era la de estar con Adrien Brody en el campo para que entendiese, difícil en veinte días, cómo es la vida de un torero. “Adrien es un gran profesional y con mucha sensibilidad, ha percibido la tristeza de Manolete, he charlado mucho con él de muchas cosas, de cine…”

Y sobre Penélope Cruz, dijo que era muy guapa, gran actriz y una mujer extraordinaria (cierto brillo en los ojos y una timidez repentina, hacen pensar que a Cayetano le ha gustado mucho Pe)

Cayetano Rivera sigue siendo un hombre reservado, pero hemos descubierto que, cuando se siente cómodo, las palabras afloran con bastante facilidad a su boca y pocas veces duda. Tiene las ideas claras y la sensatez que tanto distingue a su hermano Francisco. Lo que daríamos por verles juntos en un plató como el de Quintero.